Luego de 15 años de matrimonio, en lo único que Alejandro  Char no le ha cumplido a su esposa Katia Nule es en el ajiaco que aseguró que le prepararía todos los sábados una vez ellos se casaran.

Esa es una de las anécdotas más divertidas que recuerda la pareja integrada por el ingeniero civil y la Reina del Carnaval de Barranquilla 1995. Los esposos le abrieron las puertas de su casa a Zona Cero y en un diálogo divertido contaron cómo es su relación de pareja y qué prima al momento de estar en familia.

La llegada

Un gran portón de madera de la más alta calidad abre las puertas de un hogar cálido, sin secretos y en el que Dios prevalece. La sala es amplia y de un delicado tono blanco que va a juego con los muebles y demás decorativos de la casa. A los pocos minutos aparece Alejandro Char, con la sonrisa que lo caracteriza, vistiendo jeans y su infaltable camisa electoral de botones. Luego de un fuerte apretón de manos y unos minutos de charla, de las escaleras en forma de espiral baja la otra mitad del candidato a la Alcaldía de Barranquilla, su esposa vistiendo unos jeans, tacones claros y blusa blanca.

Una vez sentado el uno al lado del otro, Alex abrazó a Katia y así se quedaron hasta el final de la entrevista.

Las preguntas

Un toque de mejillas rojas sobresale en ambos cuando se les pregunta qué los atrajo el uno del otro y ahí es cuando Katia toma la delantera.

“En Barranquilla todo el mundo se conoce con todos. Crecimos en el mismo círculo de amigos y con el tiempo nos fuimos acercando. Nos hicimos novios en diciembre del 98. Siempre me llamó la atención de él sus ganas de servir a la gente, el trabajo que desempeñaba y su visión de una mejor ciudad”.

Por su parte, Alex se considera afortunado de ser uno de los pocos hombres que le pudo arrebatar una mujer a ‘Joselito Carnaval’.

“Yo la veía a ella desde lejos cuando fue Reina en el 95 pero en ese momento ni me miraba. Ella tenía muchos pretendientes y me tocó batallar. Quedé encantado con su belleza y esa forma de ser tan especial que la hace única. Ella tiene ese don de gente, esas ganas de ayudar a las personas y eso me atrae más”, contó el candidato.

Tiene talento y sabor

Aunque Katia frunce el ceño y Alex ríe, el candidato afirmó que sabe cocinar y también se defiende en el quehacer del hogar.

“En mi época de estudiante, cuando me fui a vivir solo a Bogotá y Estados Unidos me tocaba cocinar y sé hacer pasta, pollo asado, carne frita  e incluso arreglar la casa”, señaló entre risas.

La familia

El matrimonio llegó en agosto de 1999 y al año y medio de matrimonio nació Alejandro, hoy de 14 años de edad, y a los dos años Mariana, hoy de 12 años de edad. Desde que finalizó su periodo como alcalde, Alejandro trabaja en su casa, pues quiere pasar todo el tiempo posible con su familia.

En la casa de los Char – Nule es casi que una obligación cumplir con la tradición de por lo menos almorzar en familia.

“Cuando nos casamos hicimos el compromiso de compartir en familia y que si no podíamos compartir las tres comidas diarias juntos, por lo menos el almuerzo. Por eso, en mi primer periodo como Alcalde, yo podía estar en la reunión que fuera y pedía permiso para ir a mi casa y estar con mi familia”, dijo Char.

El día de sopa

La tradición de comer en familia es tan fuerte que todos los sábados es el día de sopa en la casa y aunque Alejandro nunca preparó el ajiaco, este no falta, así como tampoco el sancocho de costilla, mondongo, guandú y gallina.

“Somos muy soperos y disfrutamos de la gastronomía costeña. En esta casa se come bastante. A Alex y a mí nos guste la comida italiana y la árabe. Somos personas comunes y corrientes que queremos dar a conocer nuestra ciudad”, puntualizó Katia.

El ‘musicólogo’ y la –futura- reina

A Alejandro y Mariana no les llama la atención la política, pero sí están al tanto de los pasos de su padre. “Trato de que ellos compartan con su papá y que Alex sepa todo respecto a los niños”, comentó Katia. Lo que más le gusta a los pequeños de la casa es la  buena música. “En la casa tenemos ‘musicólogos’ y una niña que empieza a mostrar el interés por el Carnaval”, destacó Alex y Katia agrego emocionada “la verdad es que me gustaría que Mariana siguiera mi legado”.

Su pasión y lugar ideal

Como buenos barranquilleros, Alex y Katia deliran por el Junior de Barranquilla. Sienten la camiseta y el mayor anhelo del dirigente político, con proyección nacional,  es que el ‘equipo tiburón’ vuelva a alzar la copa de la victoria y celebren la octava estrella.

Su momento ideal es pasear por la Avenida El Río y ver cómo el río se funde con el ocaso.

“Barranquilla es tan bella y eso es lo que buscamos destacar”, finalizó.